d) Es más cara que la radiografía simple
Las radiografías simples pueden pasar por alto hasta el 20 % de las lesiones traumáticas de la columna cervical, porque en muchos pacientes no permiten realizar una evaluación adecuada de la columna cervical alta ni de la unión cervicodorsal1. Por este motivo, la tomografía computarizada se ha convertido en la prueba de imagen más utilizada en muchos centros hospitalarios de traumatología, ya que tiene una sensibilidad cercana al 100 % en la detección de las fracturas en las regiones de transición de la columna vertebral2. Además, la tomografía computarizada de la columna cervical es bastante más barata que las radiografías simples en muchos hospitales3. Es importante tener presente que a pesar de que se obtienen imágenes de la columna cervical en todos los pacientes que han sufrido un traumatismo grave, en cualquier paciente con una fractura de la columna cervical hay que obtener imágenes de toda la columna vertebral, porque el 17 % de estos pacientes presentan fracturas vertebrales no contiguas13. Las fracturas secundarias son especialmente frecuentes en asociación con las lesiones de la columna cervical alta. Hasta el 50 % de los pacientes con una fractura del arco posterior del atlas (C1) tienen otra fractura en la columna vertebral4.
1. Blahd WH Jr, Iserson KV, Bjelland JC: Efficacy of the posttraumatic cross table lateral view of the cervical spine. J Emerg Med 1985;2(4):243-249.
2. Antevil JL, Sise MJ, Sack DI, Kidder B, Hopper A, Brown CV: Spiral computed tomography for the initial evaluation of spine trauma: A new standard of care? J Trauma 2006;61(2):382-387.
3. Grogan EL, Morris JA Jr, Dittus RS, et al: Cervical spine evaluation in urban trauma centers: Lowering institutional costs and complications through helical CT scan. J Am Coll Surg 2005;200(2):160-165.
4. Miller CP, Brubacher JW, Biswas D, Lawrence BD, Whang PG, Grauer JN: The incidence of noncontiguous spinal fractures and other traumatic injuries associated with cervical spine fractures: A 10-year experience at an academic medical center. Spine (Phila Pa 1976) 2011;36(19):1532-1540.