Efecto residual del ejercicio físico sobre el riesgo de fractura.

Nordström, A et al.

Estudio que analiza si el efecto del ejercicio sobre la masa ósea se mantiene a largo plazo y si éste puede tener algún afecto sobre el riesgo de fracturas en la edad adulta. Para ello valoran la densidad mineral ósea (DMO) en 97 atletas jóvenes (media de edad, 21 años) y repiten la cuantificación a los 5 años, tras abandonar la práctica deportiva 55 de ellos. Además, incluyen otro grupo de 400 varones de más de 60 años, que también habían sido atletas en su juventud, en los que analizan la incidencia de fracturas; comparan ambos grupos de individuos con un grupo control de la misma edad y sexo. Observan que los atletas jóvenes tienen una mayor DMO que el grupo control y siguen manteniendo una mayor DMO tras haber abandonado el entrenamiento, aunque estos valores son mayores en los atletas que han mantenido el entrenamiento durante los 5 años. En el grupo de individuos de edad avanzada (> 60 años) observan una menor incidencia de fracturas por fragilidad en los que habían sido atletas. Concluyen que aunque los beneficios inducidos por el ejercicio en la DMO disminuyen tras el abandono de éste, los ex deportistas de edad avanzada tienen un menor número de fracturas por fragilidad que la población control.

J Bone Miner Res 2005;20:202-7.

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